Prevención del latín præventio (præ=antes de… eventio=ocurrencia) y según el diccionario de la RAE® la es la «Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo». Si desglosamos esta definición: preparación y disposición, significa establecer un plan, tomar directrices, estar adecuado para algún fin, tener la voluntad de…; anticipadamente hacerlo antes de que ocurra o se materialice y así evitar un potencial riesgo, que es un suceso futuro e incierto.

Cuando hacemos el cambio de aceite del motor de nuestro vehículo cada 5.000 Km estamos haciendo mantenimiento preventivo y prolongando su vida útil; cuando nos hacemos un examen médico anual estamos actuando preventivamente con nuestra salud y si hay algo que no anda bien, se hace un tratamiento, tomamos los medicamentos apropiados o bien cambiamos la alimentación, todo esto,  antes de que sea demasiado tarde; si salimos de casa y cerramos la llave del agua, apagamos los breakers principales y cerramos la llave de gas, evitamos o por lo menos minimizamos, posibles daños por efecto de estas acciones precisas. Podemos decir sin temor a equivocarnos que la prevención es una inversión que hacemos a futuro y nuestras mayores ganancias serán muy seguramente, esperar consecuencias menos adversas.

Pero una cosa es cierta, ni los cambios de aceite ni los exámenes médicos anuales (mientras no haya una enfermedad) están amparados por una póliza de seguro. El seguro ampara hechos futuros e inciertos y las acciones preventivas no lo son. Esto es muy distinto con las empresas de Medicina Pre-pagada que son harina de otro costal y abordaré en otro artículo. No obstante, si bien las aseguradoras no amparan dentro de sus pólizas acciones preventivas per se, la mayoría de ellas y con mucho éxito se dedican a crear conciencia, educando a sus asegurados para tal fin. Es por ello que vemos una importante inversión en campañas institucionales de Manejo Prudente, Cuidado de la Alimentación, programas Anti-Tabaco, patrocinio de carreras, apoyo a fundaciones en la lucha contra el cáncer y muchas otras iniciativas que apuntan de una u otra forma a la prevención.

Hace algunos años cuando aún me encontraba trabajando para una de las aseguradoras más especializadas en el ramo de seguro médico en Venezuela, tuve la oportunidad de liderar lo que ellos llamaban “Programas de Bienestar” (Wellness en inglés), en dichos programas se analizaban las enfermedades más frecuentes en una empresa o población determinada y en base a dichos resultados, se diseñaban acciones que permitieran revertir dicha frecuencia, mejorando la calidad de vida de los asegurados y al mismo tiempo los niveles de siniestralidad. Entre los programas teníamos las Dinámicas de Postura Corporal (cómo sentarse correctamente), Manejo del Estrés Laboral, Circuitos de Salud, Odontológicos, Oftalmológicos, Talleres y Programas de Nutrición, entre otros. Como guinda de este gran proyecto se lograba que la población asegurada se sintiera más identificada con su Patrono y la Aseguradora minimizara la rotación de su cartera, en fin, todos ganaban.

Ahora bien, por otro lado, la Previsión del latín prævisio (præ=antes de… y visio=visión) y que es la acción de prever, interpretar, conjeturar, pronosticar, visualizar antes de que suceda algún hecho. Según la RAE® previsión es la «Acción de disponer lo conveniente para atender contingencias o necesidades previsibles» No es muy difícil prever que algún día podamos enfermarnos, sufrir una caída, chocar o que nos roben nuestro vehículo, morirnos, etc… Cuando somos previsivos estamos disponiendo lo conveniente para minimizar el impacto financiero de ese hecho en nuestras vidas y una forma muy eficiente de hacerlo es comprando un seguro. Por ejemplo, comprar un seguro de vida no prevendrá que fallezcamos, pero si dispondrá los medios necesarios para que nuestros familiares sigan adelante sin nosotros.

Entonces ¿Qué es mejor la Prevención o la Previsión?

Ser previsivos sin tener acciones preventivas no nos saca de aprietos y tampoco sirve de mucho.

Es como tener nuestro vehículo asegurado, pero: manejar mientas enviamos un WhatsApp®; dejarlo estacionado sin sistemas de seguridad; no revisar el estado de los neumáticos o conducir ingiriendo alcohol. Caso contrario es el de muchos venezolanos hoy en día, que difícilmente pueden pagar una póliza de seguro, pero en su lugar adoptan medidas preventivas de alto impacto en sus vidas, bien por ellos. Por ahora a tomar todas las acciones Preventivas y Previsivas que podamos, éstas nunca son excesivas. No olviden “Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto” Séneca -Filósofo-.

 

Por: Enzo D’Angelo, Corredor de Seguros y Fundador de compratupoliza.com